La mejor época para viajar a Oceanía es entre los meses de mayo y octubre, cuando la mayoría de los destinos, especialmente las islas del Pacífico como Fiyi, Polinesia Francesa y Vanuatu, disfrutan de un clima seco, temperaturas agradables y baja humedad, ideales para disfrutar de playas y actividades al aire libre. En Australia y Nueva Zelanda, las estaciones de primavera (septiembre a noviembre) y otoño (marzo a mayo) ofrecen un clima templado, paisajes espectaculares y menos aglomeraciones, lo que las convierte en momentos ideales para explorar ciudades, naturaleza y costas. Evita los meses de noviembre a abril en las zonas tropicales, ya que es temporada de lluvias y ciclones.